El uso incorrecto o inseguro de la electricidad en la población constituye una preocupación histórica, por las víctimas que cobraEs el quinto tipo de accidente más común y La Habana carga con un peso importante en los números rojos registrados a nivel de país, con un promedio de 20 muertes anuales de las más de 90 en toda la Isla.

“La causa raíz sigue siendo la falta de percepción de riesgo entre las personas”, advierte el Máster en Ciencias Diego La Rosa Morales, jefe del grupo de Seguridad y Salud en el trabajo de la Unión Eléctrica (UNE), quien explicó los aspectos que debemos conocer para convivir con la energía eléctrica y disfrutar de sus beneficios; pero nunca olvidar sus peligros.

“Ninguno de los cinco sentidos que poseemos, es capaz de detectar la energía eléctrica en un cable o elemento energizado. Solo podemos registrar sus consecuencias, las cuales están asociadas a factores internos y externos; en los primeros figuran las características biológicas del individuo, condiciones particulares de su piel, sexo, edad, e incluso el estado de ánimo. En los segundos se relacionan la humedad, temperatura, las condiciones del contacto con el punto energizado, tipo de la tensión o voltaje, ya sea de corriente directa o alterna, y su valor.

“Se ha demostrado que más de 50 voltios de corriente alterna puede producir una corriente circulante dentro del organismo lo suficientemente grande para provocar la muerte”, dijo el especialista, tras señalar que en cualquier evento la gravedad es circunstancial; significa que, ante una misma acción y riesgo, solo por la casualidad no se alinearon determinados factores para que esa persona muriera, lo cual no significa que el riesgo deje de estar presente”.

¿Cuáles son las formas más comunes de los accidentes?

–Tiene alta incidencia la poda o el derribo de frutos de árboles cercanos a las líneas eléctricas energizadas; es erróneo considerar que plantas o arbustos no conducen la electricidad y es todo lo contrario, pues los organismos vivos en general poseen un alto porcentaje de agua y sales en la composición de su estructura celular. Por tanto no es necesario el contacto directo con las líneas eléctricas para uno verse sometido a una corriente.

“Otras de las formas incorrectas son el uso de varas y elementos metálicos; también los no metálicos que puedan tener un nivel de humedad alto, como es el caso de una vara de madera todavía verde; ahora se están dando muchos casos entre el sector cuentapropista, cuyos trabajos de encofrado o constructivos en general con elementos metálicos de gran porte, han provocado accidentes graves al alzar estos cercano al tendido eléctrico.

“Son acciones muy recurrentes instalar antenas en techos, balcones o azoteas y empinar papalotes con cercanía a las líneas; tocar cables caídos en el suelo, reparar instalaciones eléctricas sin el conocimiento, la calificación y las herramientas adecuadas; usar piñas eléctricas con exceso de cargas conectada, o hacer contacto con equipos electrodomésticos, cuya masa o carcaza no está conectada a tierra física, sobre todo si se manipulan con los pies descalzos o mojados”.

¿Solo el contacto físico con las líneas puede desatar el accidente?

-No necesariamente; eso depende del nivel de voltaje. Cuando son de alta tensión ocurre un fenómeno: la corriente eléctrica puede saltar, como se dice popularmente, o circular a través del aire, o sea, se produce un destello o un arco eléctrico parecido a una descarga atmosférica, se rompen las propiedades dieléctricas del aire, se ioniza la atmósfera y circula la corriente cuando se sobrepasa determinada distancia mínima de seguridad.

“Esto debemos reiterarlo, pues muchas veces se cometen violaciones sobre todo en las construcciones de placas u otras similares a cargo de particulares y surge el accidente”, dijo La Rosa, quien a modo de resumen llamó a la población a mantenerse alejada de sitios energizados a cualquier nivel de voltaje, ganar en conocimiento sobre las características de la energía eléctrica, cuidarse, protegerse y cumplir con las medidas que la UNE indica para la explotación y uso de la electricidad.

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